28.4.04

No estabas.

Estoy parado en el borde de la acera, miro la puerta del hotel. Subo la vista hasta el primer piso. Las cortinas están cerradas. Me imagino la habitación por dentro. La recuerdo. Ahora, seguro estará vacía. Como yo, ahora. Pensé si valía la pena entrar y subir para recordarla. Me dí vuelta y empecé a imitar los caminos que habiamos hecho. Las calles tenían cada pisada cuidadosamente guardada. Los besos aun estaban en el aire de cada esquina. Me detenía para mirar atrás y buscar recuerdos, miradas, olores...

Sentí tu mano fría y crucé la calle con luz roja. Un coche me hizo temblar por mi torpeza...

Llegue al mar, al borde mismo... me sente sobre nuestro recuerdo y te abrace, a veces alguna ola me salpicaba, me acariciaba me despertaba... me hubiera encantado no tener ni idea de lo que estarías haciendo, me hubiera encantado creer que por una magia especial estarías imaginandome allí sentado, llorando como un niño chiquito, mordiendome los labios, escondido del mundo y de vos...

Quería inventarme una mentira de tu ausencia. No podía, sabía donde estabas, sabía más, sospechaba mucho más, me dolía mucho más. Era mi culpa y no. Pero era y no estabas...